La regla general es
que los monosílabos nunca se acentúan, a no ser que se puedan confundir con otro
que se escribe igual pero tiene un significado diferente. Los monosílabos que se
pueden confundir y, por tanto, a veces se acentúan, son los siguientes: él, tú, mí, sí, sé, dé, té, aún, más, qué, quién y cuál.
Aparte de estos, ningún
otro monosílabo va acentuado. Por tanto, no se acentúan palabras como las siguientes:
fui, fue, vio, ve, va, van, ven, ves, vez,
Luis, fe, luz, ti, yo, mar, sol, voz, etc.
Le tengo mucha fé.
Vé a ver qué pasó.
Ya salió el sol.